Tengo un primo que me hace la web

Tengo un primo que me hace la web

Con este título tan llamativo pretendo ejemplificar un problema que cada vez es más común en el sector del desarrollo de software: la desprofesionalización del mismo. No deja de ser curioso que, en un sector que exige tantas horas de trabajo y formación a sus profesionales, se haya creado la falsa idea de que todo es barato, cuando no gratis directamente. Es por esto que yo me pregunto, ¿por qué?

Motivos

No se toca, no cuesta

No deja de llamar la atención que estemos dispuestos a pagar mil euros por el nuevo super terminal móvil de moda, que hace fotos 0,000001 veces mejores que su versión anterior, pero no estemos dispuestos a hacerlo por un producto de software: el hecho de que no sea tangible, no indica que su desarrollo no requiera una gran cantidad de esfuerzo o unos determinados costes, sino solamente que el tiempo de trabajo no se materializa en algo que puedas tocar. Si te digo que, por ejemplo, desarrollar alguna de las apps que más usas puede llevar más de medio año de trabajo a un equipo de media docena de personas, ¿cuánto me dirías ahora que cuesta?

Alguien desconoce lo que está vendiendo

Una empresa de desarrollo de software, startup o como queramos llamarla, no solo está formada por un equipo técnico, sino que dentro del propio negocio existen diferentes secciones como por ejemplo, jefatura de proyecto, gerencia o el departamento comercial. Sin embargo, en ocasiones, sucede que alguno de los integrantes de estos departamentos desconoce cómo funciona realmente el sector. Este problema, puede desembocar en alguna de estas simpáticas situaciones, que aunque a priori puedan parecer surrealistas, están basadas en hechos reales:

  • Un comercial que vende apps móviles por 900€, porque bueno... "eso no debe de ser muy caro, si hay tantas..."

    -Por esa regla de tres, el BMW en el que has venido a la reunión debería de costar 50€, ¿verdad?.

  • "El supuesto CEO tecnológico" que no sabe configurar el correo en el móvil pero luego afirma rotúndamente que tu presupuesto está mal porque tiene uno de un freelance, que lo hace diez veces más barato. Para terminar concluye con un "y por algo será…"

    - Pues claro que es por algo, porque no tienes ni idea de lo que estás hablando.

  • El gerente que te abronca porque has tardado horas en hacer una toma de requisitos de un proyecto y eso hay que "hacerlo así a ojo", que no puede llevar más de media hora.

    -Espero que jamás, la vida de alguien tenga que depender de tu sistema de medición...

El "cliente rata"

Los hay quienes se creen que “todo el monte es orégano” y que eso de diseñar webs puede hacerlo cualquiera, ¡¡PERO NO!! De hecho, por poder, yo también puedo jugar al futbol, pero soy un tremendísimo paquete, así que dejemos que los verdaderos profesionales hagan su trabajo y no pensemos erróneamente que “en una semana me pongo yo y me marco una web”.

Estamos mal acostumbrados

Vivimos en un mundo increíblemente tecnológico que nos bombardea constantemente con nuevas webs, apps, productos digitales, etc. Tanto es así, que empezamos a pensar que crear software es “como quien hace churros”. Nada más lejos de la realidad, ya que el desarrollo de esas apps que tanto usáis y que os parecen tan simples, tienen grandes equipos de personas detrás y presupuestos, en ocasiones, con más de cinco cifras.

Lo barato sale caro

Cuántas veces habremos oído algo parecido a “me lo hace un amigo” o “voy a subcontratar a tal, que allí donde vive con trescientos euros aguanta todo un mes”. No nos confundamos: nadie ofrece calidad a precio de chatarra. Si alguien desarrolla un producto extremadamente barato, es porque no ofrece un trabajo profesional y por lo tanto, el resultado final dejará mucho que desear. Es cierto que la globalización ha conseguido abaratar costes, pero en un sector con tanta oferta de trabajo como es la programación, aquellos que son buenos profesionales conocen perfectamente el valor de un buen producto y por lo tanto, cobran en consecuencia. De modo que, si alguien realiza un trabajo diez veces más barato de lo habitual, no será extraño encontrarse con un producto terriblemente inferior.

Es que "hay escasez de profesionales en la región"

En ocasiones escucho esta argumentación y tengo que contener la risa, ya que no hace falta moverse mucho en el sector para darse cuenta de que esta manida frase carece de fundamento. Basta con acudir a meetups, charlas y reuniones y relacionarse un poco con la gente para descubrir que hay auténticos “cracks” en TODAS, repito, TODAS las ramas del sector tecnológico. Por supuesto, los cracks, cobran como lo que son, y lo que no se puede pretender, es contratar a maestros a precio de aprendiz.

Consecuencias

Como consecuencias directas de este desprestigio y desprofesionalización del sector podríamos listar:

Software basura

A lo largo de los años nunca dejo de encontrarme con auténticas chapuzas: páginas con textos por defecto, tiendas online sin certificados de seguridad o títulos de sitios web, estilo “Otro sitio realizado con wordpress”. Hay una frase muy acertada en España que dice lo siguiente “nadie da duros a cuatro pesetas”, en referencia a que nadie ofrece un trabajo de calidad a precio de baratija. Como consecuencia de la contratación de servicios con el ahorro por bandera, la mayoría de aplicaciones acaban teniendo un pésimo funcionamiento y por lo tanto terminan generando más costes que si nos hubiésemos decantando inicialmente por la opción de calidad.

Esto sucede, bien sea, porque el producto final no cumple nuestras expectativas como cliente y no obtenemos un retorno de la inversión y mucho menos ningún tipo de beneficio, o bien porque al final, acabamos pagando a un profesional de verdad para que se deshaga la basura previamente generada y cree un producto nuevo desde cero, pero esta vez, BIEN HECHO.

Profesionales muy poco cualificados

¿Os imagináis a alguien leyendo manuales de medicina por internet y entrando en un quirófano a operar a la semana siguiente? ¿Suena ilógico, no? Pues por desgracia, sucesos como este son más que habituales dentro de nuestro sector. La realidad es que nos encontramos prácticamente a diario con gente sin conocimientos y experiencia alguna, que dedica una semana a estudiar un poco de desarrollo web y afirma estar preparado para diseñar tu propia página por 200€. En ocasiones, incluso desde determinadas instituciones nos quieren vender que “cualquiera puede ser desarrollador” sin contar una formación seria y profesional. Sin ir más lejos, este bootcamp en el pais vasco, promete formar programadores en tres meses . La noticia tiene auténticas perlas como “para cubrir el déficit de desarrolladores de software” o “en Euskadi se calcula que a principios del 2017 existía una demanda de 300 programadores “junior” que no estaba cubierta por los graduados de formación profesional ni por los universitarios, con frecuencia sobrecualificados”, cuya traducción al castellano es ”no queremos pagar sueldos de senior y vamos a abaratar costes con gente que no es realmente profesional”. La cosa no acaba aquí, ya que desde el propio bootcamp aseguran que “no hacen falta conocimientos informáticos previos”. ¿Os imagináis qué puede salir de aquí, verdad? Algo parecido a permitir que cirujanos sin conocimientos básicos de anatomía se lancen a operar a un paciente con una herida de bala.

Pero... Ese amigo informático tuyo ¿puede arreglarme el PC o no?

Frases como esta, se escuchan a diario y demuestran que existe un desconocimiento increíble en lo que a nuestra profesión se refiere. Comúnmente y de forma errónea, tendemos a etiquetar como informático a todo aquel que me arregla el ordenador a cambio de un café. La rama de la informática, no obstante, abarca muchísimas especializaciones, por esta razón podemos encontrarnos a, alguien especializado en desarrollo web pero que carece de los los conocimientos necesarios para diseñar aplicaciones móviles, así como alguien experto en programar en “x” lenguaje pero desconocedor de los procesos que rigen el diseño de creación de una web sencilla. Y por supuesto, ninguno de ellos tiene por qué saber qué **** le sucede a tu ordenador…

¿Qué debemos hacer?

Como proveedores: evitar abaratar costes

Evidentemente, hay que ser flexibles en este aspecto Esto, no quiere decir que no puedas hacerle una buena oferta a un cliente de confianza, pero desde luego, jamás reduciendo drásticamente tu precio por hora ni comprometiendo la calidad de tu trabajo.

Como clientes: exigir calidad

Puede que este sea el apartado que más dificultad genera a la hora concienciar a toda la sociedad, pero tenemos que darnos cuenta de que a la larga, lo barato sale caro. Debemos de evaluar siempre la profesionalidad de quien nos va a realizar un servicio y exigir siempre un alto nivel de experiencia en el desarrollo del mismo. De lo contrario, podríamos estar cometiendo el error de estar contratando a alguien que no está cualificado para llevarlo a cabo. Como último consejo, cuando evaluéis varios presupuestos desechad siempre aquel más barato: en caso contrario, creedme, os acabará saliendo muy caro.

A la hora de contratar: primar la experiencia

A veces se cae en el error de contratar a juniors o perfiles con poca experiencia, con la esperanza de sacar el trabajo adelante abaratando costes, cuando lo cierto es que el trabajo desarrollado exclusivamente por juniors, suele carecer de la calidad y el acabado necesarios para una entrega profesional. Por el contrario, la veteranía en dirección de proyectos nos ofrecerá la visión de que un equipo técnico altamente cualificado logrará un mejor resultado en mucho menos tiempo, abaratando los costes globales de desarrollo y maximizando la eficacia del equipo. En conclusión, si nuestro equipo está formado por perfiles con una amplia experiencia, el resultado obtenido será de mayor calidad y en unos plazos de entrega menores; por lo que podemos fácilmente deducir que intentar abaratar costes en la contratación empleando exclusivamente juniors, puede acabar resultando muy caro.

Sorprendente, pero real

Termino este artículo con un poco de humor, añadiendo una lista de frases reales, que indican lo mucho que tenemos que aguantar en nuestra profesión.

  • Esto se hace en diez minutos.

    -Diez minutos es lo que tardo yo todas las mañanas en intentar articular una palabra coherente, a eso de las 7:00 AM. Con eso te lo digo todo.

  • Pero... ¡si esto es copiar y pegar!"

    -NOTA MENTAL: Los consejos y trucos para crear la lista de la compra en un documento word, no son necesariamente válidos en el desarrollo de software.😅

  • Necesito que me "hagas un feisbu", tengo mil euros.

    -Y yo necesito un Ferrari y tengo... mucha ilusión.

  • En una semana me pongo yo y hago una web igual o mejor.

    -Menuda semana te espera, ¿puedo quedarme a mirar?.

  • ¿Cuánto dices que cuesta?, ¡es carísimo!, no me lo puedo permitir.

    -Tres millones de fotos de cenas, copas y fiestas después... Te das cuenta de que no es que no se lo pueda permitir, es que no quiere pagar por ello...

  • Oye, tú que eres informático, arréglame este "inserte aquí cualquier tipo de producto que lleve enchufe".

    -Disculpe, mi no hablar su idioma bien, no entender, usted preguntar.

  • Tengo una web que me la hizo un amigo y la verdad quería cambiarla, ¿puedes modificarla tú "un poco"? pero no me cobres mucho ¿eh?.

    -Por "un poco" se entiende que es "hacerla de nuevo entera por cincuenta euros", del mismo modo que mi "sí, sí luego te la miro", se entiende como un "va a ser que no cuentes con ello."

  • Esto ya me lo hace mi hijo, que está muy puesto en estos temas.

    -Lo único tecnológico que domina tu hijo es el instagram. Te pierde el amor de padre, buen hombre...

  • Tengo aquí una cosa para que me presupuestes, es muy fácil.

    -¡¡TIEMBLA!! para estas personas, todo es fácil, porque todo lo ignoran. Más tarde, sorprendido porque tu presupuesto es cuatro veces superior al que estimaba, seguramente te pedirá que le configures el correo...

Y la frase que mejor define por antonomasia nuestro pequeño calvario profesional, la única, iniguable e irrepetible:

  • Tengo un primo / familiar / amigo / conocido / fulano / perro / cerdo vietnamita que sabe "de informática" y me va a ayudar con la web.
  • -Ojo, que igual lo único que sabe es apuntar en una hoja excel la compra, para luego buscar el supermercado con la leche de soja más barata, pero bueno, te va a ayudar, sí…

Espero que este artículo os haga reflexionar sobre los costes y la profesionalidad que exigen la tareas de desarrollo de cualquier software, ya sea una web, una tienda online o una aplicación móvil. Si os habéis visto reflejados como clientes en alguna de mis frases, aún estáis a tiempo de corregir vuestro error y pedir ayuda a un profesional. Si os interesa, estoy a vuestra entera disposición para abordar este tipo de proyectos en mi correo personal geek@antoniofernandez.com; os aseguro máxima calidad en mis trabajos.

Finalmente, a aquellas personas de mi sector que estéis leyendo este artículo, os animo a que dejéis un comentario con una frase o anécdota curiosa que os haya sucedido desarrollando vuestra labor profesional. Así, aunque no consigamos cambiarlo del todo, al menos, nos echaremos todos unas risas 😅😅😅

Gracias a todos por haber leído este artículo, fruto de las frustraciones de doce años de experiencia de vuestro compañero, desarrollador de software.

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